HighPoint presenta Rocket 7634D, la primera tarjeta HIC CDFP externa PCIe Gen 5 independiente del sector
por Manuel NaranjoPocas cosas frustran más en un entorno profesional que tener potencia de cálculo, pero no poder alimentarla con datos al ritmo que toca. En estudios de vídeo, laboratorios y centros de datos pequeños se repite el mismo patrón: añades GPU externas, cajas NVMe o aceleradores, y el cuello de botella acaba estando en cómo lo conectas.
De ahí que empiecen a ganar peso las estructuras PCIe externas pensadas para extender el bus como si fuera interno. En ese contexto aparece el Rocket 7634D, el adaptador externo PCIe Gen 5 de HighPoint basado en CDFP y alineado con la especificación PCI SIG CopprLink. La promesa es directa: sacar PCIe Gen 5 al exterior con comportamiento determinista y rendimiento cercano al nativo.
Un puente profesional entre el host y los recursos externos
El Rocket 7634D se plantea como una tarjeta de interfaz de host, una HIC de nivel profesional. Su papel es conectar un servidor o una estación de trabajo con dispositivos externos de alto rendimiento, desde gabinetes con GPU hasta aceleradores como FPGA o DPU, además de chasis de almacenamiento NVMe tipo JBOF.
La diferencia frente a soluciones más comunes es el enfoque en evitar conexiones “con letra pequeña”. Aquí la idea es que el enlace no dependa de tunelización ni de interconexiones tradicionales que añaden limitaciones y variabilidad. Cuando trabajas con IA, HPC o flujos multimedia, esa variabilidad se nota: no basta con un pico de velocidad en una prueba corta, hace falta constancia bajo carga.

El núcleo: conmutación Gen 5 y reparto inteligente de carriles
En el centro del Rocket 7634D está el conmutador PCIe Gen 5 Broadcom 89048. HighPoint lo apoya en una arquitectura de conmutación de 48 carriles, diseñada para gestionar el ancho de banda de forma dinámica, mantener la integridad de señal y reducir la contención entre dispositivos.
En un caso real, el objetivo es que una GPU externa no “pelee” por recursos con una caja NVMe, o que un conjunto de aceleradores no provoque picos de latencia cuando el host está leyendo y escribiendo a la vez. En sistemas intensivos en datos, la estabilidad del enlace es casi tan importante como el máximo teórico.
A nivel de cifras, la compañía habla de un rendimiento bidireccional total de hasta 64 GB por segundo, con un enlace equivalente a PCIe Gen 5 de dieciséis carriles entre CopprLink y la plataforma host. La intención es que los dispositivos externos funcionen a niveles de rendimiento nativos y no queden limitados por el lado del host.

CopprLink y CDFP: estándar abierto y señal Gen 5 por cable
Uno de los puntos más relevantes es la conformidad total con CopprLink, el marco de PCI SIG para llevar PCIe al exterior manteniendo requisitos estrictos. En este tipo de producto, el estándar se traduce en compatibilidad de ecosistema abierto con dispositivos y cables CopprLink, integridad de señal Gen 5 a 32 GT por segundo a través del cable externo y un conector CDFP de nivel empresarial, compacto y pensado para mantenimiento.
Esto importa por una razón sencilla: en despliegues reales, la interoperabilidad reduce riesgos y protege la inversión. Si cambias un chasis, amplías la estructura o sustituyes un tramo de cable, quieres que el sistema siga comportándose de forma predecible.
Dónde encaja: expansión de GPU y almacenamiento NVMe JBOF
HighPoint orienta el Rocket 7634D a escenarios donde la expansión externa es la forma más sensata de crecer. Uno es el de gabinetes de expansión PCIe y GPU externos, con ancho de banda dedicado para entrenamiento e inferencia de IA, simulación científica o cálculo acelerado cuando el chasis principal ya va justo de ranuras o de refrigeración.
El otro es el almacenamiento. Un JBOF NVMe externo, conectado con una estructura Gen 5 directa, apunta a bases de datos, analítica y cargas de entrada y salida extremas. En estos casos, el problema típico no es “tener más terabytes”, sino sostener rendimiento con latencias estables cuando hay concurrencia.
El adaptador también está pensado para combinarse con familias del propio fabricante, como RocketStor serie 6600 para NVMe y RocketStor serie 8000 para expansión de cómputo, con la idea de acelerar despliegues sobre infraestructura existente.

Integración en rack y control operativo con MPT
En la parte más práctica, el factor de forma CEM de perfil bajo apunta a servidores con limitaciones de espacio y montajes en rack de alta densidad. Además, se menciona soporte de personalización de firmware, algo clave para OEM cuando necesitan ajustes definidos por cliente.
Por último, el software MPT aporta administración, rendimiento y resolución de problemas con visibilidad en tiempo real del estado de los enlaces, la salud del HIC y de los dispositivos conectados, junto a herramientas de diagnóstico proactivo.
El Rocket 7634D busca marcar un estándar práctico en conectividad PCIe externa: rendimiento Gen 5 de dieciséis carriles, fiabilidad e interoperabilidad bajo CopprLink, y un enfoque de integración y gestión orientado a producción. Si la desagregación sigue avanzando, este tipo de tarjetas no serán lo más vistoso del sistema, pero sí de las piezas que deciden si la infraestructura escala con tranquilidad o se queda atascada en cuellos de botella.
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